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El Sillón Bol

¿Quién le dio la partitura al trompetista?

Pero que a gusto se quedó el trompetista James Morrison al interpretar el Himno de Riego en vez de la Marcha Real en la final de la Copa Davis en Australia. El insigne solista miraba satisfecho sin entender el porqué de la pitada de los fans españoles. ¡Menuda la que armaron a la Armada!
Mientras las notas de su trompeta rasgaban el silencio de Melbourne nuestros tenistas no salían de su asombre. El pipiolo Feliciano López demandaba información con su incrédula mirada a Ferrero y Corretja. Éstos, nerviosos, no ocultaban su sorpresa. Por su parte, Carlos Moyá continuaba imperterrito, él a lo suyo, no se hubiese inmutado aunque sonase Paquito el Chocolatero. ¡Hey!
El mosqueo de Gómez Angulo fue patente, excesivo diría yo, casi nos cuesta la ruptura de relaciones diplomáticas con Australia. La gran pregunta es ¿cómo llegó la partitura a manos del trompetista? ¿Qué exiliado republicano se la pasó?
A mi, el himno me recordó a Gabino Diego cantándoselo a Agustín González, que hacía de cura malaleche en la película de Trueba Belle Epoque. El pobre Gabino cantaba y el vivo Jorge Sanz cataba, una por una a Miriam Diaz Aroca, Maribel Verdú, Ariadna Gil y Penelope Cruz. Esas si que son galácticas, polvo de estrellas diría yo.
Bueno, a lo que estamos. Que lo importante de la Davis no fue el himno sino que la ensaladera la relamieron los canguros. Sobre todo porque Juan Carlos Ferrero no ha rayado a gran nivel.
El deporte vive muchas veces de las rachas, que es un estado entre lo físico y lo psicológico, y que cuando toca una mala, se lleva todas las ilusiones por delante. El valenciano desde que fue número uno de la ATP ha perdido todo lo que ha jugado, seis de seis y llegó a la hierba australiana empachado de tenis.
La tarea de ganar a los aussies en su casa ya se sabía que era harto difícil, además el punto clave del dobles estaba más perdido que una dragqueen en el desierto de Alice Springs. Por eso, apenas hemos pasado sueño en la madrugada. Teníamos asumido que el Philipausis ese nos zumbaría.
No quisiera dejar pasar por alto que el baloncesto de la ACB tras cuatro años y pico ha vuelto a televisarse en abierto. No puedo hablar mucho del partido de ayer, ya que coincidió con el Nagore-Capellán de pelota en la ETB, pero sí me percaté de que la realización es decente con lo que no perderemos información como en el Plus, también perturbó mis oídos la voz de sentencias Pedro Barthe. ¿A qué yugoslavo echará la culpa de todos los males del basket hispano? Tiembla Ivanovic, llega el gafe para el Tau.

2 comentarios

Fernando Ruiz Antón -

Sólo quería decirte que me gusta mucho tu blog me hace incluso gracia

patricia -

doy gracias a ese trompetista,por que gracias a ese himno sacado de algun republicano exiliado en Australia,mi abuelo se ha reido como nunca,y aunque a cambio he tenido que escuchar sus batallitas por sexagesima vez,ha merecido la pena.viva la republica!