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El Sillón Bol

El Hijo de María

El percherón, en un día de perros, ganó en el hipódromo de Lasarte. El musculoso atleta etíope Gebre Gebremariam se impuso, en el sprint a dos, al subcampeón mundial el keniata Patrick Ivuti. Antes, el joven de 19 años, cumplidos en diciembre, había dejado su zapatilla perdida por el camino. Esto le supuso, al Hijo de María (eso quiere decir su apellido) quedarse descolgado junto a los white man, para a continuación iniciar una dura remontada, ya que por delante su rivales africanos zapateaban sin contemplaciones. Este copto, biznieto del Negus, aumentó inhumanmente su zancada, les dio caza y batió a Ivuti un poco antes de la meta.

El cross de mayor solera y tradición, el de San Sebastián, presentó en sociedad a un futuro fuera de serie del atletismo largo. Algunos dicen que Gebremariam puede ser el primero en bajar de las dos horas en el maratón, eso sí, dentro de doce años. Largo me lo fiáis.
Las pruebas de cross se desarrollan en la matinal de un clásico domingo de invierno. Después de salir de misa, de preparar la tortilla de patatas y conectar el video para verse luego en casa, el público se agolpa en el recorrido para aplaudir a los morenos y esperar que pase algún atleta blanco.

Últimamente en nuestro país han proliferado estas pruebas (Fuensalida, Venta de Baños, Haro, etc.) pero hay algunas que tienen un aroma especial. Es el caso del Memorial Muguerza de Elgoibar, de Amorebieta y, cómo no, de Lasarte. Un lugar mítico donde han dejado su impronta los también etíopes Mamo Wolde, Abebe Bikila, Gebreselasie, o el león de Becerril, Mariano Haro y el checo Emil Zatopek, a este último le decían la locomotora humana. Se retiró, precisamente en Lasarte, con 36 años, antes, en las Olimpiadas de Helsinki quedó campeón en 5.000, 10.000 y maratón, ahí es nada.

El paddock de Lasarte, sin embargo, no ha contemplado todavía el correr gracil y demoledor del actual número uno de la especialidad. Se trata de Kenenisa Bekele, el campeón del mundo de cross largo y corto, y de 10.000 metros en París. A este zagal, también etíope, de 21 años lo vimos la semana pasada arrasar en el cross de Itálica. Una maravilla. En las ruinas romanas de Sevilla se monta todos los años una prueba de nivel mundial. Sin embargo no transmite el perfume clásico del lodo, la hierba y la trikitrixa de Lasarte. Pero si hasta luce el sol y hay temperaturas primaverales. Con Itálica me pasa como con los torneos de golf desde Dubai, no me llenan aunque estén todas las figuras mundiales, les falta el salitre del Mar del Norte, la malta escocesa y el veterano Mac Allister tocando al viento la gaita en Sant Andrews.

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