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El Sillón Bol

Al otro lado del río

Al otro lado del río. Esta es la frase que va a hacer historia tras la entrega esta madrugada de los oscars. Jorge Drexler la va a poner de moda. Ahí, al otro lado de la liga se han autoenvíado los jugadores rojillos. Los paísanos de Drexler, Pablo García y Chengue Morales, no han podio hacer nada para cruzar desde el Rubicón de la UEFA al del descenso. Cuidado con ese margen fluvial porque, en menos que canta un gallo, te ves envuelto en luchas numantinas, ensaimadas palaciegas y navajazos albaceteños.
Ya ponderé hace tiempo al actual entrenador del Málaga Antonio Tapia cuando todavía dirigía al Málaga B. Vaticiné que haría grandes cosas porque era un entrenador de fútbol lo más parecido a un coach de baloncesto. Osea: ciencia, estudio y estadística al servicio del juego. Menos rondos y partidillos donde juega hasta el fisioterapeuta y más dirección estratégica desde la grada. Menos inspiración y más metodología.
El Málaga lleva una racha impresionante con Antonio Tapia en el banquillo. Por el contrario Osasuna ayer fue lo más parecido a un tenista español en Wimblendon. El resultado fue de Ivan Lendl contra Higueras en la glamourosa hierba londinense.

También vi ayer, a ratos, como ganaba la Carling Cup otro técnico que cimenta sus victorias en el método y en el estudio. El Chelsea de José Mourinho se impuso en la prórroga al Liverpool de Benítez. El odiado, el borde (ha puesto de moda la palabra), el chulo Mourinho, el Clint Eastwood del fútbol que actúa Sin Perdón, se ha hecho con otro título. Su feo gesto de ayer, mandando callar al público, no está a la altura de un campeón. Ya es como Raúl y el Niño Torres. Sin embargo, reconozco que me ponen este tipo de entrenadores transgresores y provocadores, que arman sus triunfos con el constante trabajo en la cancha y fuera de ella. Son la antitiesis de los Molowny, Del Bosque, Rijkaard, Víctor Fernández… que basan el juego en la inspiración divina de sus cracks.
Por un lado Mourinho, Benítez, Tapia, Wenger, Bielsa, Clemente, Luxemburgo (sino le engulle el agujero negro de la galaxia blanca) dirigen sus equipos en plan Dusko Ivanovic (actitud y táctica); por el otro, los Menotti, Del Bosque, Rijkaard, Víctor Fernández, Serra Ferrer… rezan para que una chilena acabe en gol. Como en la película Evasión o Victoria. Los dos estilos tienen títulos y fracasos. Es cuestión de gustos y lo que uno deseé para su equipo.

Por último, no quiero obviar el macabro vals que nos hizo bailar el Austria de Viena en San Mamés. La triunfal Marcha Rutzedzsky que se entonaba con el gol de Yeste pasó a una Mazurka para dos muertos con la victoria austríaca. La UEFA se nos esfumó también al otro lado del río, en concreto a la orilla del Danubio Azul.

1 comentario

míguez -

Según he leído, al Athletic le ha estado bien, por creerse superhéroes. A ver si esta cura de humildad hace que la Copa no se la tomen tan a la ligera como estos dos partidos de UEFA. ¿O serían instrucciones de la casa para no tener tanto desgaste estando en tres competiciones a la vez? No creo, pero podría ser...