El componente serbio
Dusko Ivanovic es el entrenador que ha conseguido para el Tau Vitoria la Copa del Rey de basket. Ivanovic asume una manera de entender el deporte basado en el equipo, la lucha, la disciplina, el entrenamiento constante y el instinto ganador que dan los serbios. El entrenador balcánico es un chetnik que devora títulos como sus antecesores ustachis croatas.
El componenente serbio es un valor añadido para cualquier equipo. Da igual que Yugoslavia se desmembre, Serbia seguirá en la élite. Ahí están sus títulos en baloncesto, balonmano o waterporlo. Ya lo decía el dálmata Aleksander Petrovic, el hermano de Drazen, los serbios luchan por su equipo y los croatas (él es croata) están más pendientes del lucimiento personal y los focos. Esa manera yugoslava de entender el deporte como lo hacía Petrovic en la Cibona, Jugoplastika o Real Madrid se diluyó en las diversas repúblicas balcánicas. Sólo los serbios mantienen el instinto killer.
Algo parecido le sucede al Baskonia, que ha visto como alguno de sus mejores jugadores abandonan la nave vitoriana. Se fueron Garbajosa, por cierto MVP y campeón de la Copa de Italia con el Benetton, Tomasevic (el único serbio mingafría), Oberto y el gran Elmer Bennet, sin embargo el Tau con una gran mentalidad de equipo es capaz de llevarse la Copa y ser un lider fuerte en la ACB.
Aparte de Ivanovic el mérito de este equipo de excelente gestión mercadotécnica (hasta tiene una bolera llena los fines de semana) hay que mencionar al verdadero MVP de la Copa, Luis Scola, un pibe de 23 años que se ha ido comiendo a todos los que le echaban encima, no olvidemos a Nocioni, otro argentino polivalente capaz de coger un rebote y subir el balón en veloz contraataque, a Macijauskas, que no ha brillado tanto en la Copa pero que es más rápido disparando que Billy el Niño, a Calderón, un base preclaro y al resto del conjunto baskonista que han demostrado que actualmente son los mejores.
El Joventut tuvo su chance en la final pero el instinto killer del Tau les dejó con la admiración del público y el trofeo MVP para Rudy Fernández. Un niño de 18 años que ha encandilado al espectador y a los periodistas, que por eso le votaron como el mejor de la Copa. Del joven Rudy ha sido la mejor jugada en ataque de la competición con ese ally hoop culminado con un mate de espaldas. Impresionante. Frescura y desparpajo para nuestro basket, pero no el MVP que fue Luis Scola.
El componenente serbio es un valor añadido para cualquier equipo. Da igual que Yugoslavia se desmembre, Serbia seguirá en la élite. Ahí están sus títulos en baloncesto, balonmano o waterporlo. Ya lo decía el dálmata Aleksander Petrovic, el hermano de Drazen, los serbios luchan por su equipo y los croatas (él es croata) están más pendientes del lucimiento personal y los focos. Esa manera yugoslava de entender el deporte como lo hacía Petrovic en la Cibona, Jugoplastika o Real Madrid se diluyó en las diversas repúblicas balcánicas. Sólo los serbios mantienen el instinto killer.
Algo parecido le sucede al Baskonia, que ha visto como alguno de sus mejores jugadores abandonan la nave vitoriana. Se fueron Garbajosa, por cierto MVP y campeón de la Copa de Italia con el Benetton, Tomasevic (el único serbio mingafría), Oberto y el gran Elmer Bennet, sin embargo el Tau con una gran mentalidad de equipo es capaz de llevarse la Copa y ser un lider fuerte en la ACB.
Aparte de Ivanovic el mérito de este equipo de excelente gestión mercadotécnica (hasta tiene una bolera llena los fines de semana) hay que mencionar al verdadero MVP de la Copa, Luis Scola, un pibe de 23 años que se ha ido comiendo a todos los que le echaban encima, no olvidemos a Nocioni, otro argentino polivalente capaz de coger un rebote y subir el balón en veloz contraataque, a Macijauskas, que no ha brillado tanto en la Copa pero que es más rápido disparando que Billy el Niño, a Calderón, un base preclaro y al resto del conjunto baskonista que han demostrado que actualmente son los mejores.
El Joventut tuvo su chance en la final pero el instinto killer del Tau les dejó con la admiración del público y el trofeo MVP para Rudy Fernández. Un niño de 18 años que ha encandilado al espectador y a los periodistas, que por eso le votaron como el mejor de la Copa. Del joven Rudy ha sido la mejor jugada en ataque de la competición con ese ally hoop culminado con un mate de espaldas. Impresionante. Frescura y desparpajo para nuestro basket, pero no el MVP que fue Luis Scola.
3 comentarios
sillonbolista -
Polje (Rep. de Serbia y Montenegro), en concreto en Montenegro. Tú error viene de que fue jugador muchos años de la Jugoplastika de Split.
larry bird -
elcorredor -
Otra cosa que me admira de los balcánicos en general es su tremenda técnica sea en el deporte que sea: tiran bien faltas, una mecánica de tiro buenísima, .... tienen unos fundamentos técnicos increibles sea el deporte que sea.
Y su poderío en juegos de equipo es grandioso