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El Sillón Bol

Remos de fuego

El rancio sabor de lo auténtico discurrió el domingo por los meandros del Támesis. Cambridge se impuso con polémica a Oxford en la tradicional regata británica. Los light blue de Cambridge bogaron hasta la extenuación para conseguir la 78 victoria de las 150 disputadas hasta ahora.

La universidad de Oxford ha presentado una queja formal porque al inicio de la prueba los remos de Cambridge se enzarzaron con los suyos, y dicen que les hizo perder el ritmo. Yo sin embargo creo que la victoria de Cambridge fue justa y que dio un bonito repaso a Oxford.

Las camisetas de los remeros de las dos míticas universidades recuerdan a las de los muchachos de Carros de Fuego, lo que hace que el tiempo se detenga cuando los chicos del banco móvil bogan por el Támesis. Mientras en los vetustos despachos universitarios los viejos profesores paladean su tabaco de pipa, miran el reloj de la iglesia de la torre gótica, preparan la clase de filosofía, toman el té de las five oclock y preguntan a Mister Hawkins por el resultado de la prueba.

Lo que si me llamó la atención es que algún remero excedía con creces la pinta de estudiante de paleontología, por ejemplo. A ver si estas regatas, con los fichajes que realizan las universidades para derrotar al enemigo secular, van a ser como nuestras tunas, que el más joven de los que canta Clavelitos hizo el Preu.

Este fin de semana, y siguiendo con ese sabor del deporte auténtico, Francia se ha proclamado campeón del VI Naciones de Rugby. Lo hizo en Saint Denis ante su gran rival Inglaterra. Por lo tanto el vuelco no sólo lo ha dado la izquierda en las elecciones regionales francesas, sino que también el Gallo ha picado la Rosa, actual campeona del mundo, y ha conseguido el Gram Slam, esto es, ganar todos los partidos.

La otra selección que sale reforzada del Torneo es Irlanda que se ha apuntado la Triple Corona, que se otorga al quince británico o irlandés que vence al resto de sus hermanas. Para Escocia ha sido la Cuchara de Madera, ya que no ha ganado ningún partido. Esto sumirá a Edimburgo en la depresión colectiva. La Cuchara de Madera es peor que si le bebés el último trago de whiskie de malta a un escocés en un pub de Glasgow.

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