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El Sillón Bol

Mi anhelado Sillón Bol

Volvemos a la cita semanal del Sillón Bol, tras un verano en el que le hemos metido una paliza considerable. Desde nuestros aposentos veraniegos hemos contemplado lo que se ha podido de la Olimpiada ateniense. En la parte negativa del evento, aparte del energúmeno del día del maratón, yo destacaría la decepción en los deportes de equipo. Pese a jugar bien en hockey, baloncesto y balonmano nos faltó un plus para traernos una medalla. Los norteamericanos metieron todos sus triples de la Olimpiada ese día, y a los penaltis del balonmano se llegó fondú.

Tampoco se ganó ninguna medalla de oro en atletismo, el deporte rey. En artes marciales, muy mal (esperemos que el Pabellón Faliro no sea gafe para Santi Pesquera, en la competición de Boccia, en las Paralimipadas que comienzan el 17 próximo). Por su parte, en natación, el otro deporte rey olímpico, ¡Doctor, no somos nadie!

En lo positivo, lógicamente, hay que destacar los oros. El de canoa del rockero David Cal, que se ha declarado seguidor del grupo de Berriozar Marea. El de Gervasio Defer en el potro de la gimnasia (donde la competición se ha visto una vez más manipulada por la jeta de los jueces). Y el oro de Fernández y Martínez en el forynaining de vela.

En cuanto a mis mejore momentos olímpicos son: el 1.500 y el 5.000 de El Guerrouj, impresionante el magrebí ante el keniata Lagar y el etiope Bekele. El 10.000 del mencionado Bekele que fue asombroso. El dominio keniata en 3.000 obstáculos. El desparpajo de Phelps en natación. La competitividad con clase de Argentina en basket y la contundencia de Croacia en balonmano.

Ya de vuelta a mi Sillón Bol de siempre me ha venido el bajón. España, a fútbol, sigue jugando igual de mal que en junio, Ni el entrenador del consenso, ni nada. No jugamos ni a carabá. El Lyberty Seguros pierde credibilidad y el Euskaltel se descalabra, como en el Tour. Valentino Rossi sigue ganando, a Fernando Alonso siempre le pasa algo y la trainera de Astillero continúa arrasando en La Concha.
La única novedad televisiva que me ha llamado la atención es que Karlos Arguiñano sale a la misma hora por dos cadenas. ¡Manda perejiles!

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